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sábado, 21 de marzo de 2015

SERES DEL INFIERNO: FIN DEL MUNDO



Buscar Y comprender al anticristo y su maquinaria solamente desde un punto de vista del religioso significaría observar escuetamente su poder y el real alcance de sus tentáculos. Debemos comprender que su naturaleza es espiritual  con una inteligencia tan  diabólica, con una fuerza real y operante que se opone a la Luz, a Cristo. En términos más generales,  se opone al orden y la evolución del espíritu del hombre hacia el bien, y que se manifiesta concretamente en todo el campo que afecta al desarrollo humano, siendo esto lo que el hombre debeidentificar y profundizar.sobre el anticristo.
Esta inteligencia diabólica debe ser comprendida con tal  fuerza real , que se ha mantenido activa desde el inicio de la creación, ejerciendo sus devastadoras influencias a través del mismo hombre i condurcirlo al mal con consecuencias gravísimas al día de hoy, dejando una creación sumida en la miseria no sólo moral y espiritual, sino también material, puesto que el hombre, siendo inducido por esta fuerza ha gestado una ciencia sin pureza, egoísta, la cual ha llevado a límites extremos la contaminación y la degradación de nuestro planeta, al punto de poder alcanzar la extinción de toda la vida en la tierra.
A través de la historia han surgido muchos hombres y mujeres de notable influencia negativa para la raza humana como por ejemplo: líderes políticos, ideólogos de oscuros y siniestros planes que han arrastrado a las naciones a sangrientas y devastadoras guerras, creando caos, divisiones y resentimientos que se han mantenido y alimentado hasta nuestros días, preparando un terreno cada vez más hostil y propicio para desenlazar un último gran conflicto. También han habido hombres de ciencia que carentes de fines altruistas han contribuido en todas las áreas de la ciencia y la tecnología para crear por ejemplo los más terribles medios para la destrucción a través de la industria bélica o el desarrollo  de una industria alimenticia que ha envenenado literalmente al hombre o el desarrollo de la energía atómica entre tantas más, motivados por alcanzar un fin de poder temporal, egoísta,  sin importar las consecuencias futuras de la humanidad.
Ciertamente todo cuanto el hombre desea o lleva a término, tiene origen en el espíritu y en la mente, en donde la conciencia discierne lo bueno y lo malo, y materializa su deseo por el mal . Sea  buena  la ejecución de lo que el ser humano se propone,  afecta directamente el espíritu por medio de la mente, que es el punto más vulnerable para la acción del mal  afectando  la evolución humana.
Esta es la razón por la que  el hombre no ha comprendido que el  hacer uso de una ciencia y una tecnología nefasta, nacida de un espíritu maligno, nos llevará indefectiblemente a la decadencia. El hombre ha disociado la ciencia de la espiritualidad, creando una ciencia sin conciencia, las religiones han actuado distraídamente en este aspecto, dejando el camino libre al espíritu del mal para hacerse dueño y señor del mundo, mediante la creación de un sistema  tecnológico altamente nocivo y peligroso, con el agravante de un hombre ignorante y deshumanizado.   
Elementos introducidos casi imperceptiblemente por diferentes entes,  han logrado un “acostumbramiento” lento pero marcadamente direccionado para allanar un camino hacia la decadencia, como por ejemplo las nefastas modas y costumbres sociales.
El arte, un medio para plasmar los sentimientos del espíritu ha sido también un medio para ejercer una degradación de los valores, llegando hoy a través de personajes endiosados como “estrellas” del rock y el cine entre otros, a grandes masas de jóvenes, sincronizándolos como autómatas, rompiendo toda conducta y deseo de elevar el espíritu, induciendo a la degradación, al consumo de drogas, a la violencia, etc.
La combinación del avance científico – tecnológico, sumado a la progresiva caída de los valores humanos y espirituales, ha llevado a cristalizar uno de los tentáculos más activos y por ende poderoso del anticristo.
“la mayor arma de la cual se servirá satanás para corromper al hombre ”, podemos comprender claramente lo acertado de sus palabras,siendo la vía más directa para llegar a millones de hombres al mismo tiempo, con todo tipo de errores y violencia, masificando a través de las perversas programaciones los intereses y deseos de millones de seres humanos… 
 Existe un gran Caín en medio de una humanidad ignorante de su realidad. La energía nuclear es el Caín actual que arrebatará sin compasión la vida de los hombres y devastará cuanto se interponga a su paso".
Es esta sumatoria de realidades, la que nos debe llevar a comprender la realidad que nos aglutina a todos como especie, como seres dotados de espíritu salidos de un mismo origen, y que en definitiva estamos llamados al mismo fin.
Hay una fuerza, una inteligencia contraria al bien que se opone al fin último, al misterio supremo de la existencia humana, de la vida, y que nos ha llevado a una encrucijada final, en donde, se quiera o no reconocer, se dará definitivamente un desenlace.
Deseando comprender a plenitud la dramática realidad en la que vive la humanidad en todos los campos, es que debemos tomar una decisión radical en este instante, no en otro, y oponernos con firmeza y sin disimulos a los responsables que permiten favorecer este sistema diabólico, atentando contra la evolución positiva del don de la vida y por ende mancillando el espíritu del hombre y actuando en contra de la Voluntad de Dios.
Las oraciones son buenas,  pero no basta sólo con ellas, es imprescindible que éstas sean fruto del entendimiento y el deseo de un  corazón amante de Dios,  que solicita  obtener la Luz y la Fuerza, para llevar a la praxis una  voluntad deseosa de un cambio;  primero interior en los actos, en las  obras en  sí mismo y luego hacia los hermanos. De nada servirá orar si luego comulgamos con todo aquello que por desconocimiento, debilidad o indiferencia nos ofrece el sistema que prontamente levantará al hijo de la perdición. “Al anticristo”.

como identificar la marca de la bestia del antiscrito: es un término bíblico del libro de Apocalipsis, del Nuevo Testamento, que esta asociado con la Bestia de Apocalipsis en el capítulo 13. en la mayoría de los manuscritos del Nuevo Testamento, la marca de la Bestia está comúnmente asociada al número 666. En ediciones críticas del texto griego, como la Novum Testamentum Graece, se señala que el número 616 es una variante.El número está habitualmente es relacionado con Satanás y con el Anticristo. El origen de esta asociación está en el libro de Revelaciones de San Juan del Nuevo Testamento:
se dice que el número 666 no es la marca de la bestia, sino el número del nombre de la bestia. Para calcular el número es necesario conocer el nombre, y conociendo éste debería ser sencillo averiguar qué es la marca.

Esta visión diferente suele variar de una Iglesia a otra, ya que existen varias derivadas del cristianismo.
La versión cristiana Católica sugiere que este número representa a un emperador del imperio Romano que fue el mayor opositor a la expansión del Cristianismo, dado que en la biblia se habla de que el anticristo ya existía en época de los Apóstoles:
y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, del cual habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.
1 Juan 4:3.
Según algunas doctrinas religiosas cristianas, este número sería la marca que impondría el dictador mundial (el Anticristo), en la mano derecha o la frente de cada ser humano, al final de los tiempos de la Tierra. Se cree que la denominación 666 (Seiscientos sesenta y seis) es una base numérica para denotar al anticristo.
Ante todos las interpretaciones que se hacen por mucha gente con diferente significado cada una, el apóstol Pedro dijo claramente:
Sépanlo bien: ninguna profecía de la Escritura puede ser interpretada por cuenta propia, pues ninguna profecía ha venido por iniciativa humana, sino que los hombres de Dios han hablado, movidos por el Espíritu Santo.
 Investigaciones sobre descubrimientos relativamente recientes como los Papiros de Oxirrinco, que constituyen una de las colecciones manuscritas más importantes, actualmente en el Ashmolean Museum de Oxford, han confirmado que el número representado en el original del Apocalipsis de Juan en realidad fue el 616. Aunque ya se sabía que la variante de 616 existía, puesto que autores como San Ireneo lo mencionan. El descubrimiento de su original griego sugiere que la primera redacción del Apocalipsis de Juan debió de haber contenido el número 616 para referirse al nombre de una persona a quienes los cristianos denunciaban como enemigo.
Una teoría al respecto se basa en que los romanos expresaban los números con letras con distinto valor. Así, la cifra 666 es, en numeración romana, DCLXVI. Este acrónimo vendría a significar: Domitius ( o Domitianus) Caesar Legatos Xti Violenter Interfecit, que traducido es: Domicio (o Domiciano) César mató vilmente a los enviados de Cristo. Domicio es el nombre del emperador Nerón antes de ser adoptado por el emperador Claudio como hijo suyo. La cifra apunta a Nerón o al emperador Domiciano, famosos ambos por sus persecuciones a los cristianos, como el Anticristo.
El que San Ireneo y luego investigaciones modernas, indiquen que el la cifra de la bestia es 616, y no 666, supone eliminar la L de Legatos, con lo que el acrónimo significaría: Domicio (o Domiciano) Cesar mató vilmente a Cristo que hace que el sentido de la frase sea más genérico pero sigue apuntando a Nerón o a Domiciano como los responsables de los males de los cristianos.
 En el documento atribuido al emperador Constantino, por medio del cual éste dona a la Iglesia Católica la ciudad de Roma y todo el Imperio Romano de Occidente (Donación de Constantino), aparece que el título papal es vicarivs filii dei (vicario del Hijo de Dios). Si se suman las letras que representan los números romanos a través del método de isopsefía, de ese título, se obtiene el número 666, como se muestra a continuación.
Para VICARIVS: V = 5, I = 1, C = 100, I= 1 V = 5;
para FILII: I = 1, L = 50, I = 1, I = 1;
para DEI: D = 500, I = 1; total 666.
La interpretación historicista de los libros proféticos de la Biblia, usada por teólogos protestantes famosos como Martín Lutero (quien escribió En el cautiverio Babilónico de la Iglesia), Juan Calvino y John Knox identificaron a la Bestia de Apocalipsis con la Iglesia católica.
La mayoría de las tempranas iglesias protestantes, como los Adventistas del séptimo día en la actualidad se han basado en ese título para indicar que el Anticristo será un papa o lo es todo el papado en su conjunto.

DOCUMENTAL DEL ANTICRISTO



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