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lunes, 23 de febrero de 2015

TERROR VERDADERO EN LA VIDA REAL

ASESINOS SERIALES


Un asesino en serie, también conocido como asesino múltiple, es una persona que asesina a tres o más personas en un lapso de 30 días o más, con un período de enfriamiento entre cada asesinato, y cuya motivación se basa en la gratificación psicológica que le proporciona dicho crimen. Los asesinos en serie están específicamente motivados por una multitud de impulsos psicológicos, sobre todo ansias de poder y compulsión sexual. Los crímenes suelen ser llevados a cabo de una forma similar, y las víctimas, a menudo, comparten alguna característica ocupación, raza, apariencia, sexo o edad.
Los asesinos en serie no deben ser confundidos con los asesinos en masa, que asesinan a un número elevado de víctimas de manera simultánea en un período corto de tiempo, ni con los asesinos relámpago, que cometen múltiples asesinatos en un corto período y en lugares distintos. El término serial killer (asesino en serie) fue acuñado por el agente especial del FBI Robert Ressler en la década de 1970 aunque ya había sido descrito muchos años antes. Se tiene constancia de que el inspector policial alemán Ernst Gennat utilizaba ya este concepto en .El término asesino en serie (serial killer) fue presumiblemente acuñado por el agente Robert Ressler en los años 70. La expresión asesino en serie entró al lenguaje popular en gran parte debido a la publicidad que se dio a los crímenes de Ted Bundy y David Berkowitz ("El hijo de Sam"), a mediados de esa década. Aunque una de las primeras veces que se usó ese concepto fue con el «asesino de los torsos» de Cleveland.
El término permite a los criminalistas distinguir a aquellos delincuentes, que matan a varias personas en un largo período, de aquellos que asesinan mucha gente en un solo evento (asesinos en masa). Un tercer tipo de asesino múltiple es el asesino relámpago.
En seguida unas breves definiciones de estos tres tipos:
 
Un asesino en serie es alguien que comete tres o más asesinatos durante un extenso período con un lapso de enfriamiento entre cada crimen. En medio de sus delitos, ellos parecen bastante normales, una condición que Hervey Cleckley y Robert Hare llaman "máscara de cordura." A menudo existe — pero no siempre — un elemento sexual en este tipo de asesinos
    Un asesino en masa, por otra parte, es un individuo que comete múltiples asesinatos en una ocasión aislada y en un solo lugar. Los autores algunas veces cometen suicidio, por consiguiente, el conocimiento de su estado mental y qué los motiva a actuar de esa manera, se deja muchas veces a la especulación. Los pocos asesinos masivos que han podido ser atrapados afirman que no recuerdan claramente el evento.
    Un spree killer comete múltiples asesinatos en diferentes lugares, dentro de un período que puede variar desde unas cuantas horas hasta varios días. A diferencia de los asesinos en serie, ellos no vuelven a su comportamiento normal entre asesinatos.
Todos estos tipos de crímenes mencionados son usualmente consumados por una sola persona. Pero ha habido ejemplos en las tres categorías en los que dos o más perpetradores han actuado en conjunto. El escritor Michael Newton afirma que esto sucede en aproximadamente un tercio de los casos.
Existen otros tipos de asesinatos múltiples también, aunque a menudo están relacionados con grandes organizaciones y no con dos o tres asesinos: genocidio y ataques terroristas. Los asesinos múltiples han sido en su mayoría varones. Las mujeres representan la minoría en las estadísticas de asesinos en serie. Los asesinos en serie están específicamente motivados por una multiplicidad de impulsos psicológicos, sobre todo por ansias de poder y compulsión sexual. Con frecuencia tienen sentimientos de inadaptabilidad e inutilidad, algunas veces debido a humillación y abusos en la infancia y/o el apremio de la pobreza, también bajo estatus socioeconómico en edad adulta, compensando sus crímenes esto y otorgándoles una sensación de potencia y frecuentemente venganza, durante y después de cometer los delitos. El conocimiento de sus acciones aterroriza a comunidades enteras y con frecuencia confunden a la policía, consecuencias que son incentivo de su sensación de poder. Este aspecto motivacional los desliga de los asesinos a sueldo y otros asesinos múltiples, quienes están motivados por el lucro. Por ejemplo, en Escocia durante la década de 1820, William Burke y William Hare asesinaron personas en lo que se conoció como el "Caso del ladrón de cadáveres". Ellos no figuran como asesinos en serie en la mayoría de las definiciones de criminólogos, porque sus motivos fueron principalmente económicos.
Los asesinos en serie frecuentemente tienen impulsos extremadamente sádicos. Estos anulan la capacidad de sentir empatía por el sufrimiento de otros, de esta manera, son frecuentemente llamados psicópatas o sociópatas, términos que han sido renombrados por psicólogos como trastorno de personalidad antisocial. Algunos asesinos en serie hacen uso de la lujuria y la tortura, para obtener placer sexual por mutilación de la víctima y también de matarla lentamente por un prolongado lapso de tiempo.
La mayoría de los asesinos en serie tienen antecedentes enfermizos. Se sabe que, frecuentemente, fueron víctimas de abusos durante su infancia, ya sea física, sexual o psicológicamente, toda vez que existe una correlación entre los abusos de su infancia y los crímenes que cometen.
El elemento de fantasía en el desarrollo de los asesinos en serie es extremadamente importante. A menudo fantasean acerca de asesinar durante y aún después de la adolescencia. Sueñan despiertos de manera compulsiva sobre dominación, sometimiento y asesinato, usualmente con elementos muy específicos de sus fantasías que después aparecen en sus crímenes reales. Otros disfrutan leyendo historias de sadismo, llenos de violación, tortura y homicidio. En algunos casos, estos rasgos no están presentes.
Algunos asesinos en serie, presentan uno o más signos de alerta en su niñez de lo que se conoce como el "Conjunto McDonald" o "Tríada psicopática". Estos son:
 Piromanía, comenzar incendios invariablemente sólo por la emoción de destruir cosas.
    Crueldad hacia los animales (relacionado con el "zoosadismo"). Muchos niños pueden tener comportamientos crueles con los animales, como por ejemplo cortarle las patas a las arañas, pero los futuros asesinos en serie con frecuencia matan animales más grandes, como perros y gatos, y comúnmente para su propio deleite, más aún de sólo impresionar a sus amigos.
    Enuresis más allá de la edad en que los niños normalmente superan tal comportamiento.
Cabría hacer una aclaración, esta tríada, desarrollada en 1963, ha sido recientemente cuestionada por otros investigadores.
Muchos expertos han afirmado que una vez que el asesino serial comienza con sus actos delictivos no puede parar (o solo en contadas veces). Algunos sostienen la opinión de que aquellos que no son capaces de controlar sus impulsos homicidas son más fáciles de atrapar.
Ha habido informes contradictorios hasta cierto punto sobre el asesinato múltiple. El FBI aseguró en los años 80, que en alguna época en particular, existieron apenas 35 asesinos en serie en actividad en los Estados Unidos, dando a entender que los asesinos múltiples en cuestión, habían cometido sus primeros crímenes pero que aún no habían sido aprehendidos o detenidos por otras causas (por ejemplo, suicidio, parálisis o muerte natural).
A pesar de que el fenómeno de los asesinos múltiples es generalmente considerado un hecho contemporáneo, puede ser detectado en la historia, no obstante con cierto límite de precisión.
En el siglo XV, uno de los hombres más ricos en Francia, Gilles de Rais, secuestró, violó y asesinó al menos un centenar de muchachos. La aristócrata húngara Elizabeth Báthory, fue arrestada en 1610 y subsecuentemente acusada de torturar y matar hasta 600 jovencitas. Ella constató en su diario todos sus asesinatos. Aunque ambos, De Rais y Báthory fueron supuestamente sádicos y adictos a matar, difieren de los asesinos seriales de hoy en día, en que este par eran ricos y poderosos. Basándose sobre la falta de una fuerza policial establecida y medios de información activos durante aquellos siglos, puede muy bien ser que hubiese otros tantos asesinos múltiples en aquel entonces, quienes no fueron identificados o no fue bien difundida su existencia.
El FBI, sin mucha precisión, ha categorizado a los asesinos seriales dentro de dos tipos diferentes: organizados y desorganizados:

ASESINOS ORGANIZADOS: Usualmente son poseedores de un coeficiente intelectual superior a la media (105 en adelante); planifican sus crímenes muy metódicamente por lo cual pueden tardar años en realizar un asesinato. A veces realizan sus asesinatos por despechos o trastornos y, para encubrirse, involucran a otras personas en su planificación. Por lo común, secuestran a las víctimas, después de ganar su confianza, matándolas en un lugar y deshaciéndose de ellas en otro. A veces, este tipo de persona busca entre su pasado a personas que formaron parte de su vida y que la marcaron de alguna manera. Actúan engañando de muchas maneras y, si hay personas extrañas en medio de su objetivo, las estudian y llegan a crear toda una cantidad de circunstancias para volverlas en contra de su objetivo. A veces, pueden tardar años en separar a su objetivo de su obstáculo. Una vez realizado este propósito se acercan de forma pasiva y con muchas mentiras y engaños a la persona de su pasado. Así, por fin, consigue su objetivo, que es hacerle daño de maneras que pueden ser: matar a su víctima o provocarle sufrimiento, como hacerle daño físico a un ser querido o amado, a su entorno ya sea familia directa del objetivo o ser querido actual. Finalmente, se ensaña con su objetivo inicial. Por ejemplo, Ted Bundy se ponía en el brazo un molde de yeso falso, pidiendo a las mujeres que le ayudaran a llevar unos libros hasta su vehículo, donde las golpeaba duramente hasta dejarlas inconscientes. Otros tienen como objetivo específico a las prostitutas, quienes tal vez van voluntariamente con el asesino serial, creyendo que es un cliente cualquiera. Estos tipos de asesinos, tienen un alto grado de control sobre la escena del crimen, y generalmente conocen bien la ciencia forense que los habilita para cubrir sus huellas, tal como enterrar el cuerpo o cargarlo hasta un río para hundirlo. Ellos siguen escrupulosamente sus crímenes en los medios de comunicación, y muchas veces se enorgullecen de sus acciones, como si fuesen grandiosos proyectos. El asesino organizado es habitualmente muy sociable y tiene amigos y amantes, muy a menudo hasta esposa e hijos. Son el tipo de persona que cuando son capturados, son descritos por los conocidos como "un tipo agradable" quien "no podría ni lastimar a una mosca." Algunos asesinos en serie se esfuerzan por hacer sus crímenes difíciles de descubrir, como por ejemplo falsificando notas de suicidio. El caso de Harold Shipman, un médico de cabecera británico, en el que su posición social y ocupación eran tal que le permitía simular las muertes de sus víctimas, considerando que morían por causas naturales; entre 1971 y 1998 mató por lo menos a 250 de sus pacientes más viejos; y hasta muy poco antes de ser descubierto aún no se sospechaba que cualquiera de sus crímenes haya sido premeditado.
 
ASESINOS DESORGANIZADOS : Carentes de un coeficiente intelectual alto (entre 80 y 95), cometen sus crímenes impulsivamente. Mientras que el asesino organizado saldrá específicamente a cazar a la víctima, el desorganizado matará a alguien cuandoquiera que la oportunidad surja, contadas veces se molestará en deshacerse del cuerpo, dejándolo en el mismo lugar en que encontró a la víctima. Usualmente llevan a cabo ataques "sorpresa", asaltando a sus víctimas sin previo aviso, y típicamente ejecutarán rituales que creen necesarios hacer, una vez que la víctima esté muerta (por ejemplo; necrofilia, mutilación, canibalismo, etc.). A menudo son personas insociables, teniendo pocos amigos, y pueden tener un historial de problemas mentales y ser referidos por sus conocidos como excéntricos o hasta "un poco extraño". Tienen poca consciencia sobre sus crímenes y puede que bloqueen los recuerdos de sus asesinatos.
Un número significante de asesinos seriales muestran ciertos aspectos de los dos tipos mencionados, aunque las características de un tipo dominan. El comportamiento de algunos asesinos declina de ser organizado a desorganizado, según sus homicidios continúan. Complementan cuidadosa y metódicamente los asesinatos al principio, pero conforme su compulsión se sale de control, dejan de dominarse volviéndose descuidados e impulsivos.
Algunos asesinos sufren de personalidad múltiple (Trastorno de identidad disociativo) lo que los lleva a cometer asesinatos tanto organizados como desorganizados. Aunque varios psicólogos han citado a la personalidad múltiple como una de las mayores causas de asesinatos, está comprobado que solo la minoría de los asesinos seriales sufren este trauma
Los patrones organizado y desorganizado, están relacionados con los métodos de los asesinos. En consideración a los motivos, pueden ser ubicados dentro de cinco categorías diferentes:
 
 DEMENCIA: Contrariamente a la opinión popular, rara vez los asesinos en serie son dementes o están motivados por alucinaciones y/o voces en sus cabezas. Muchos pretenden ser exculpados por la razón de la locura. Sin embargo existen, unos cuantos casos genuinos de asesinos en serie, que fueron tratados según tal concepción.
MISIONEROS: Los llamados asesinos apostólicos creen que sus actos están justificados cada vez que ellos se deshacen de cierto tipo de personas indeseables, (prostitutas o miembros de cierto grupo étnico), haciéndole un favor a la sociedad.

HEDONISMO: Este tipo asesina por el simple placer de hacerlo, aunque las características que ellos disfrutan pueden diferir. Algunos pueden deleitarse con la "búsqueda" de perseguir y encontrar una víctima más que cualquier otra cosa, mientras otros pueden estar principalmente motivados por los actos de tortura y abuso de la víctima mientras está viva. Usualmente existe un fuerte rasgo sexual en los crímenes, aun cuando puede que no sea inmediatamente obvio, pero algunos asesinos obtienen una oleada de excitación que no es necesariamente sexual, tal como Berkowitz, quien conseguía cierta emoción al disparar a parejas jóvenes, cuando estos se encontraban en su auto, lo hacía al azar y después escapaba sin siquiera tocar físicamente a las víctimas. Entre la categoría de Hedonista existe tres tipos de asesino. El primero es el asesino motivado por emoción. Este asesino mata por la emoción que siente mientras que su víctima muere. La víctima tiene que estar consciente durante el ataque para que el asesino pueda recibir el máximo placer posible. Actos sexuales no ocurren después que la víctima muere. El objetivo del asesino motivado por emoción es sentir el terror de sus víctimas antes que mueren. El segundo tipo es el asesino motivado por lujuria. Este asesino es el que tortura y mutila sus víctimas. Son motivados por lujuria y placer sexual. Las víctimas de este tipo de asesino se encuentran con evidencia de tortura y a veces faltando partes del cuerpo. La violación de las víctimas del asesino motivado por lujuria es común. A pesar de eso, otros pueden asesinar al perjudicado rápidamente, casi como rutina y después gratificarse en actos de necrofilia o canibalismo. El tercer tipo de asesino hedonista es el asesino motivado por beneficio..

LUCRO:La mayoría de los criminales que cometen asesinatos múltiples por fines materiales (tales como los asesinos a sueldo), no son clasificados como asesinos seriales, porque están motivados por el afán de lucro o algún tipo de ganancia económica, en lugar de estarlo por una compulsión psicopatológica. Aun así, existe una delgada línea que separa a ambos tipos de asesinos. Por ejemplo, Marcel Petiot, quien operaba en la Francia ocupada por los Nazis, podría clasificarse como asesino serial. Se hacía pasar como un miembro de la resistencia francesa y atraía con engaños a opulentos judíos a su casa, haciéndoles creer que él podía hacerlos salir clandestinamente del país. En lugar de eso, los asesinaba y robaba sus pertenencias, matando a 63 personas antes de que fuera finalmente atrapado. Aunque la principal motivación de Petiot era material, pocos pueden negar que un hombre deseoso de matar a tanta gente, simplemente por adquirir unas pocas docenas de maletas con ropas y joyería, fue un asesino compulsivo y un psicópata.
PODER Y CONTROL:Este es el asesino serial más común. Su principal objetivo para matar es obtener y ejercer poder sobre su víctima. Tales asesinos algunas veces fueron maltratados de niños, se sienten increíblemente impotentes y a menudo se satisfacen en prácticas que están vinculadas a las formas de abuso que sufrieron ellos mismos. Muchos asesinos de este tipo abusan sexualmente de sus víctimas, pero difieren de los asesinos hedonistas en que la violación no es motivada por lujuria, sino por otra forma de dominación sobre el martirizado.
Algunos asesinos en serie, puede que tengan características de más de uno de los tipos mencionados. Por ejemplo, el asesino británico Peter Sutcliffe, parece ser un asesino demente y a la vez misionero, toda vez que afirmó que escuchaba voces que le ordenaban que limpiara las calles de prostitutas.

Alternativamente, otra escuela de pensadores clasifica los motivos por: necesidad, afán de lucro o poder.
Dentro de la mente de un asesino en serie: Las “fases” de su proceso mental

La captura y puesta en prisión de un elevado número de asesinos seriales psicópatas le ha permitido a los psicólogos y psiquiatras forenses analizar de primera mano el desviado comportamiento que éstos exhiben. Aunque no predomina una opinión uniforme acerca de cómo funciona el mecanismo psíquico que conduce a un individuo común a transformarse en un homicida en cadena, se han formulado, no obstante, planteos altamente fundamentados y sugerentes.

Por ejemplo, ha sido muy difundido el esquema postulado por el psicólogo e investigador policial norteamericano Dr. Joel Norris quien, después de entrevistar a muchos homicidas seriales, desarrolló su teoría consistente en que durante el proceso cerebral por el cual atraviesa esta clase de delincuentes necesariamente se presentan varias etapas o fases mentales que dirigen sus acciones hasta desembocar en un desenlace fatal.

Al inicial de estos estadios se lo tilda “fase de aura”, y en el mismo se visualiza un pasmoso grado de confusión en el pensamiento exteriorizado por el individuo, el cual va dejando entrever signos delatores de una psicopatía que llegará rápidamente a convertirse en una auténtica obsesión.

El asesino psicópata experimenta con tan virulenta lucidez sus fantasías que éstas se van mezclando de manera crecientemente peligrosa con la realidad, alcanzando un extremo donde el sujeto afectado no logrará diferenciar entre ambas. El individuo torna a depender de modo progresivo de estas fantasías, hasta un punto donde aquellas comienzan a gobernarlo por completo. Lo que inicialmente se traducía en inofensivos juegos oníricos pasa a ocupar un tiempo y un espacio cada vez más esencial dentro de su vida consciente.

La segunda etapa de esta funesta retahíla mereció el nombre de “fase de búsqueda”. Aquí el maníaco toma la irrevocable decisión de perpetrar el crimen, y comprende que para ello debe hallar una víctima adecuada a sus particulares necesidades. Hay psicópatas que al arribar a este grado se dan por satisfechos con reafirmar sus fantasías e imaginan que consuman el delito, pero no avanzan más allá.

Pero si la resolución de asesinar para cumplir con su morbo deviene más poderosa se entra de plano en la “fase de seducción”, que es aquella en la cual el futuro asesino establece contacto con posibles objetos de agresión desplegando su magnetismo individual y su dialéctica. Comienza a disfrutar con su “actuación” y busca hacer bajar la guardia a su oponente preparando el camino para un ataque de improviso. Algunos perturbados pueden contenerse al arribar a esta etapa y se conforman con haber establecido ese contacto con eventuales víctimas, y luego retroceden.

Empero, la mayoría ya no son capaces de reprimirse ni detenerse y ascienden al siguiente escalón dentro de esta neurosis conocido como “fase de caza”. En la etapa de cacería se avanza abruptamente de la cautelosa pasividad a una febril actividad. El victimario ya ha escogido el tipo de presa humana que considera “apropiado” y se apresta a entrar en contacto decisivo con ella.

Dependiendo de la personalidad del agresor, éste empleará su encanto y atractivo personal –si los tuviere- en pos de inducir a la víctima a caer en una trampa, o bien llevará a cabo una sucesión de encuentros inspirados en el propósito de ganarse su confianza previamente a acometerla.

El tiempo que insume este estadio de su proceso mental puede prolongarse durante semanas o meses, o bien durar apenas unos instantes. Lo cierto es que esta etapa inevitablemente se cumple siempre antes de entrar en la denominada “fase de captura”.

Esta fase comporta el quinto hito dentro de la anómala conducta psíquica del criminal. Aquí es cuando el asesino –literalmente hablando- se despoja de su máscara, y hace uso de la fuerza a fin de retener a su presa o para conducirla a donde quiere.

Se trata de un punto de no retorno. La sorprendida víctima cobra consciencia por primera vez de las intenciones letales que animaban a su contraparte y, debido a ello, ahora el matador ya no podrá echarse atrás.

Seguidamente se instala la “fase de asesinato”, propiamente dicha, la cual cristaliza y da culminación a las precedentes imaginerías sádicas o de dominación. Acá es cuando el ultimador pierde absolutamente cualquier atisbo de percepción de la realidad, y se embarca de lleno en la realización a cualquier precio de sus planes y deseos.

Ha desembocado en la fase que justifica la existencia de todas las etapas anteriores. Se trata de la razón de ser de la totalidad del proceso mental precedente, y el ejecutor –imbuido de enfermizo éxtasis- no vacila en llevar a término el crimen soñado con todos sus tétricos añadidos.

A la última de las instancias de este patológico impulso cerebral se la designa “fase de depresión”. A ella únicamente se ingresa una vez consumada efectivamente la agresión física. La excitación despertada por el acto de asesinar ha alcanzado su paroxismo.

Posteriormente, el maníaco queda abrumado bajo una intensa depresión y abulia, lo cual no quiere decir que sea capaz de reconocer la maldad de sus actos y, mucho menos aún, que sienta remordimiento. Comprende, eso sí, que el placer esperado no fue tan deleitoso como imaginó, y hasta puede calibrar que los riesgos son demasiado grandes en comparación con el relativamente magro fruto cosechado.

Sin embargo, en caso de que en verdad estemos en presencia de un psicópata homicida, esta fase no dura mucho y, tiempo más tarde, vuelve a transitar de manera sistemática por el antedicho proceso, el que nada más se detiene si el ultimador se enferma o incapacita, o si es capturado o muere.

El asesino, en definitiva, no hace sino llevar a cabo una fantasía de carácter ritual. No obstante, una vez sacrificada la persona agredida, se esfuma la identidad que la misma conservaba dentro del imaginario del criminal.

La víctima ya no representa lo que el victimario suponía al principio, a saber: la novia que lo rechazó, la voz retumbante de la madre odiada, o la aplastante lejanía provocada por el padre ausente. Todos estos fantasmas permanecen grabados de la forma más vívida en la psique del ejecutor luego de perpetrado del crimen, y éste no ha logrado ahuyentarlos de su interior.

Por el contrario, su intangible presencia se torna cada vez más opresiva y ominosa y, metafóricamente, lo obliga a repetir el enfermizo ciclo que lo empuja a volver a matar. El desastre cometido no borra ni cambia el pasado, porque el asesino serial termina por odiar más.

De ahí el carácter adictivo de su mecanismo mental y la imposibilidad de detenerse. El clímax obtenido instantes atrás tan sólo resulta un espejismo que no logra compensar esos sentimientos contradictorios, y tampoco llena su hondo vacío ni le sacia la febril ansiedad que lo agobia.


Beno ya vimos com se comporta un sasesino serial  a ahora veremos algunos de ellos

1) Andrei Romanovich Chikatilo
(1936-1994)

Es considerado el peor asesino en serie de la Unión Soviética por cometer al menos 52 asesinatos. Conocido como "El Carnicero de Rostov", vivía una doble vida, como hombre casado, trabajador y miembro de la sociedad comunista del momento, por un lado, y como asesino dotado de gran habilidad para ganarse la confianza de los niños y disfrutar con impunidad de sus crímenes, por otro.
Hombre con impotencia sexual, vivió en Rostov del Don, ciudad a unos 800 km de Moscú, donde atrajo principalmente a sus víctimas. Actuaba principalmente en estaciones de ferrocarril y de autobuses. Después de doce años de actuar impunemente, finalmente fue descubierto en 1990.
En una ocasión estuvo detenido y al comparar su sangre con el semen encontrado en una víctima al no emparejar quedó en libertad. Otra vez libre continuó con sus crímenes.
Sin embargo, los investigadores tenían la certeza de que él era la persona a la que buscaban, y al detectarlo en otra ocasión al salir de un bosque cerca de una estación confirmaron sus sospechas. Él comentaría más tarde: "Yo soy un error de la naturaleza, una bestia enfadada".
 Nació en Yáblochnoye, Ucrania en aquel entonces en la Unión Soviética, el 16 de octubre de 1936, una pequeña aldea en tiempos de hambruna del Holodomor, donde morían cientos de personas cuyos cadáveres se amontonaban en las calles y campos. Mientras su padre Román Chikatilo cayó prisionero de guerra por los nazis, la madre de Andréi, Anna Chikatilo le contaba a menudo a él y a su hermana menor que a su hermano mayor Stepán, lo habían raptado para comérselo, Chikatilo quedó traumatizado por la historia de su hermano pero aquello era muy común en esos duros años. Este hecho marcaría notablemente al niño, quien se sentía en esos momentos más solo que nunca, de hecho no existe ningún documento que informe acerca del nacimiento o muerte de Stepán pero la manera en cómo su madre se lo contaba hacía que la historia pareciera verídica.
En la escuela era muy introvertido, incapaz de aceptar su miopía (sus primeras gafas las tuvo a los treinta años), y padeció enuresis nocturna hasta los 12 años. Siempre era humillado por los otros compañeros, cualquiera podía decirle lo que fuese, él se limitaba a escuchar y a aguantar. No era de extrañar que con el tiempo, su ánimo se llenase con las lágrimas contenidas y con todas esas injurias. A medida que iba creciendo, se hacía más tímido con las mujeres, tal fue el problema que en la adolescencia tuvo una relación sentimental con una chica del pueblo pero su impotencia destruyó dicha relación.
Como todo soviético, sirvió en el ejército y luego se dedicó a los estudios, deseaba licenciarse en Derecho pero suspendió el examen de acceso a la universidad, decepcionado puso todo su empeño en prepararse profesionalmente obteniendo tres títulos: En Ingeniería, Marxismo-Leninismo, Lengua y literatura rusa.
En 1971 se graduó de maestro. Sentía una creciente atracción por las menores de doce años, y se colaba en los dormitorios para verlas en ropa interior mientras se masturbaba con la mano dentro del bolsillo. Más tarde Chikatilo se refugió en el estudio del comunismo, pero su fijación con el dogma político rayaba en la demencia.
A pesar de su problema, pudo encontrar una esposa, y aunque era incapaz de mantener una erección, sí podía eyacular. Logró alcanzar en contadísimas ocasiones la suficiente erección para dejar embarazada a su esposa, pero no dejaba de pensar, que la naturaleza lo había castigado castrándolo al nacer. Era un marido de carácter estable y trabajador, un padre que nunca levantaba la voz ante los hijos, un respetado miembro del partido comunista que leía los periódicos y se mantenía al corriente de la actualidad.
En la escuela en la que trabajaba, sus alumnos no lo tomaban, se negaban a comportarse bien e incluso fumaban delante de él en la clase. Más tarde Chikatilo abusaría sexualmente de sus estudiantes tanto chicos como chicas lo que le costaría el trabajo en 1974.

El 22 de diciembre de 1978, Chikatilo mató por primera vez cuando tenía 42 años. Abordó en la calle a una niña de nueve años de edad y la convenció para que se fuera con él a una cabaña que poseía en las afueras de la ciudad. Sabía como hablar a los niños, él mismo había sido maestro y tenía a sus dos hijos. Una vez allí la desvistió con violencia. Accidentalmente, le hizo un rasguño del que brotó sangre, hecho que le propició una erección inmediata, estableciendo el vínculo fatal entre sangre y sexo. Luego, sacó un cuchillo y se lo clavó a la niña en el estómago. Con cada puñalada notaba que se acercaba más al orgasmo, por lo que no cesó de hacerlo hasta la eyaculación. Chikatilo había intentado satisfacer su necesidad sexual movido por la esperanza de llegar a ser igual que los demás.
Dos días después de este crimen, la policía encontró los restos de la niña en el río Grushovka, y cerca de la cabaña de Chikatilo una gran mancha de sangre. Los policías interrogaron al hombre, pero acabaron inculpando a otro agresor sexual, Aleksandr Krávchenko. Chikatilo era, por las paradojas que marcaban sus actos, más dual que nunca.
Era el típico marido sumiso y asexual. Hacía todo lo que su mujer le ordenaba o casi todo. Ella solía desear los placeres del lecho con más frecuencia que él, y eso los llevaba a frecuentes discusiones, a que ella le recordase en todo momento lo taciturno e inerte que era. La acusación de haber acosado sexualmente a sus estudiantes le costó el trabajo, pero consiguió uno nuevo en una fábrica en el que tenía que estar viajando constantemente. Este constante movimiento le ayudaba a escoger sus nuevas víctimas.
En 1981, se convirtió en funcionario de abastecimiento de una fábrica, y el trabajo, que lo obligaba a recorrer una buena parte de la región, le proporcionaba la fachada perfecta. Tres años pasarían antes de que Chikatilo asesinara por segunda vez. El 3 de septiembre de 1981 asaltó a su segunda víctima, llamada Larisa Tkachenko, prostituta de 17 años de edad. La convenció de ir con él al bosque para tener relaciones sexuales, pero falló en el intento por lo que ella se rio de él, esto lo enfureció, perdió el control, estranguló a la mujer y eyaculó sobre el cadáver, mordisqueó su garganta salvajemente, le cortó los senos y en su frenesí se comió los pezones. Luego, comenzó a lanzar aullidos mientras bailaba una danza de guerra alrededor del cuerpo, dejó el cuerpo sin vida con un palo enterrado. En esos momentos supo que volvería a matar. Los dos primeros asesinatos de Chikatilo tuvieron cierto carácter fortuito. Es posible que, en ambos casos, sus intenciones fueran solamente de índole sexual. Los gritos de terror lo excitaban, pero era el asesinato en sí lo que presentaba para él el acto sexual supremo.
Su tercera víctima fue Lyuba Biryuk, fue raptada de un pueblo y fue acuchillada 40 veces en el bosque. Le mutiló los ojos, y esto se volvería algo común en sus asesinatos, la firma mortal de Chikatilo.
Chikatilo asesinó a otras tres personas ese año, y entre ellas se encontraba su primera víctima masculina, Oleg Podzhiváev de 9 años de edad. El cuerpo no se encontró pero Chikatilo afirmó ser el responsable y que le había arrancado los genitales. La prensa estaba enloquecida con el asesino en serie, el modus operandi era siempre el mismo, sus víctimas siempre se encontraban en los bosques, con indicios de violencia y sadomasoquismo, y en ocasiones les faltaban miembros a las víctimas. Se trataba de niños, niñas y chicas jóvenes. Entre ellos había muchos escapados de casa y retrasados mentales, pues se dejaban convencer más fácilmente y agradecían su ayuda en el laberinto del sistema de transportes local, con el que no estaban familiarizados.
En 1984 asesinó a 15 personas, mientras el tiempo entre sus asesinatos iba disminuyendo el número de víctimas iba en ascenso. Chikatilo los elegía entre la multitud en estaciones ferroviarias y en paradas de autobús, y con algún pretexto, los convencía para que lo siguieran a alguna zona boscosa. Una vez allí les infligía numerosas puñaladas (entre treinta y cincuenta). Casi todas las víctimas sufrían la mutilación de los ojos. A las adolescentes o chicas jóvenes les seccionaba los pechos o los pezones, ya fuera con sus afilados cuchillos o con los dientes. El útero era extirpado con tal precisión que todos los cirujanos de la provincia de Rostov pasaron a ser sospechosos en potencia.
Mientras las violaba, se enfurecía tanto por llegar tan rápidamente al orgasmo que les machacaba la cara a golpes. Para ocultar su impotencia, a veces, con la ayuda de una ramita, colocaba el semen en la vagina de la víctima. En el caso de los niños, los atacaba nada más hallarse a solas con ellos en el bosque: un golpe para aturdirlos con las manos atadas y unos golpes de cuchillo poco profundos para establecer su dominio sobre ellos. Posteriormente, los mutilaba a mordiscos, les cortaba los genitales o solamente extirpaba los testículos, que guardaba a modo de trofeo. En algunas ocasiones realizaba estas amputaciones cuando la víctima se hallaba aún con vida, aunque no consciente. En ninguno de los casos se encontraron las partes del cuerpo seccionadas en las cercanías de la escena del crimen.
Además practicaba actos de canibalismo. En sus declaraciones confesaría que le gustaba tragarse las partes del cuerpo más blandas.

Este crimen absorbió a toda la policía local y a una fuerza antidisturbios de 100 hombres. Pero dos semanas después, Chikatilo volvió a actuar, y ésta vez fueron unos 600 detectives los encargados de investigar a lo largo de la línea de los bosques, en dónde montaban guardia tres o cuatro oficiales en los apeaderos más aislados.
El 6 de noviembre de 1990, uno de estos detectives, un sargento llamado Ígor Rybakov, vio surgir del bosque un hombre con traje y corbata. Mientras observaba cómo éste se lavaba las manos en la fuente advirtió que tenía un dedo vendado y una mejilla manchada de sangre. Rybakov le pidió la documentación, no tenía motivos suficientes para arrestar a Chikatilo, sin embargo, dejó constancia del incidente. Al día siguiente, se encontró el cadáver de una chica en esa misma zona.
El homicida tenía que haber pasado por la estación, y el culpable no podía ser otro que el sospechoso del informe de Rybakov. Lo arrestaron el 20 de noviembre, sospechoso de haber asesinado a 36 víctimas, todos ellos mujeres y niños. Su esperma, aunque no su sangre, sí era AB.
El fiscal general de la provincia de Rostov emitiría una orden de detención contra Chikatilo, efectiva a partir del 20 de noviembre de 1990. Ese mismo día fue retenido por la KGB, mientras éste con paso lento y senil decía "¿Cómo pueden hacerle esto a una persona de mi edad?". En los interrogatorios, afirmó que simplemente era un ciudadano normal, que no había cometido ningún tipo de delito, y que era objeto de una persecución absurda por parte de la policía. De destacar que Andréi Chikatilo llevó a los detectives de la policía de Rostov al lugar donde yacían 3 cadáveres que aun no se habían descubierto. Tanto la detención de Chikatilo, como la macabra búsqueda de los restantes cadáveres fueron filmadas.
El 27 de noviembre prometió que estaba dispuesto a aportar pruebas de sus crímenes si no continuaban atosigándolo con los interrogatorios que le recordaban los detalles, y dos días después se derrumbó ante un psiquiatra a quién acabó confesando 52 asesinatos. Posteriormente, guió a los investigadores a los distintos lugares con la esperanza de que el número de muertes lo convirtiera en un "espécimen de estudio científico".
Escribió una declaración firmada para el Fiscal General, que decía:
Me detuvieron el 20 de noviembre de 1990 y he permanecido bajo custodia desde entonces. Quiero exponer mis sentimientos con sinceridad. Me hallo en un estado de profunda depresión, y reconozco que tengo impulsos sexuales perturbados, por eso he cometido ciertos actos. Anteriormente busqué ayuda psiquiátrica por mis dolores de cabeza, por la pérdida de memoria, el insomnio y los trastornos sexuales. Pero los tratamientos que me aplicaron o que yo puse en práctica no dieron resultados. 
Tengo esposa y dos hijos y sufro una debilidad sexual, impotencia. La gente se reía de mí porque no podía recordar nada. No me daba cuenta que me tocaba los genitales a menudo, y sólo me lo dijeron más tarde. Me siento humillado. La gente se burla de mí en el trabajo y en otras situaciones. Me he sentido degradado desde la infancia, y siempre he sufrido. En mi época escolar estaba hinchado a causa del hambre e iba vestido con harapos. Todo el mundo se metía conmigo. En la escuela estudiaba con tanta intensidad que a veces perdía la consciencia y me desmayaba. Soy un graduado universitario. Quería demostrar mi valía en el trabajo y me entregué a él por completo. La gente me valoraba pero se aprovechaba de mi carácter débil. Ahora que soy mayor, el aspecto sexual no tiene tanta importancia para mí, mis problemas son todos mentales
En los actos sexuales perversos experimentaba una especie de furor, una sensación de desenfreno. No podía controlar mis actos. Desde la niñez me he sentido insuficiente como hombre y como persona. Lo que hice no fue por el placer sexual, sino porque me proporcionaba cierta paz de mente y de alma durante largos periodos. Sobre todo después de contemplar todo tipo de películas sexuales. Lo que hice, lo hice después de mirar los vídeos de actos sexuales perversos, crueldades y horrores.
Lo que la policía dedujo de esta declaración, es que el asesino trataba de buscarse una posible salida alegando una enfermedad mental, una obsesión de tratamiento psiquiátrico.

 Los psiquiatras del Instituto Serbsky, no obstante, lo veían como un sádico prudente que no sufría ningún trastorno que pudiera impedirle ver que sus actos estaban mal, que eran actos premeditados. Por esa razón, en octubre de 1991 se dieron a conocer sus conclusiones, diagnosticando que el asesino estaba «legalmente cuerdo». El juicio de Andréi Chikatilo se inició en abril de 1992 y duraría hasta octubre de ese mismo año. Éste, con la cabeza rasurada, presenció su juicio desde un cubículo de metal para mantenerlo a salvo de la multitud enfurecida. El primer día deleitó a los fotógrafos esgrimiendo una revista porno, pero más tarde, abatido, se quitó la ropa y meneó su pene gritando.
 Los jueces no dudaron en anunciar el veredicto que habían nominado: el 15 de octubre de 1992 fue sentenciado a la Pena de Muerte, y ejecutado de un tiro en la nuca en la prisión de Rostov del Don el 14 de febrero de 1994.

DOCUMENTAL DEL CARNICERO ROSTOV

2. Harold Shipman, “El doctor muerte”
(1946-2004)

Aparenta ser una persona normal pero la readidad es otra fue acusado de matar a 218 de sus pacientes, corroborado solamente en 15 de ellos. Es conocido por ser uno de los peores asesinos en serie de la historia moderna.
En el año 2000, Shipman fue condenado a 15 cadenas perpetuas consecutivas por los asesinatos de 15 de sus pacientes.
Después del juicio, la policía siguió investigando los archivos del doctor Shipman o como lo apodaron posteriormente, el doctor "Muerte", ya que se estimaba que Shipman había asesinado muchas más veces y que podría haber llegado a matar a 215 pacientes, probablemente autor de más de 250 homicidios, de los cuales el 80% de ellos eran mujeres. También las edades de las víctimas eran un cuestionamiento para la policía, ya que la persona más joven que Shipman había matado entre esos 15 corroborados, era Peter Lewis de 41 años de edad. Finalmente, las investigaciones terminaron con un posible saldo de 250 víctimas, pero se cerró la investigación con el número oficial de 218 asesinatos altamente probables.
Muchas de las legislaciones británicas sobre cuidado médico y a la medicina fueron repasadas y modificadas notablemente como resultado directo e indirecto de los crímenes de Shipman, especialmente después de los resultados de las investigaciones sobre Shipman 
(comenzadas el 1 de septiembre de 2000).

La madre de Shipman, Vera, falleció en 1963 a causa de cáncer, cuando Shipman contaba con 17 años de edad; Shipman era un niño hiperprotegido y sobrevalorado; cuando enfermó era aliviada por inyecciones de morfina, algo que Shipman utilizaría luego como parte de su ritual de asesino en serie como procedimiento para matar por sobredosis. Tras su fallecimiento, estudió con notas muy discretas en la High Pavement Grammar School, Nottingham, Nottinghamshire, Inglaterra, Reino Unido, y en la Universidad de Leeds desde 1964, donde luego conocería a su futura esposa, Primrose.
Se casaron el 5 de noviembre de 1966, cuando Shipman contaba con 20 años de edad, y ella concebiría el primer hijo de la pareja, Sarah, el día de San Valentín de 1967, cuando el joven Shipman tenía 21 años. Sería la primera hija de un total de 4 hijos. En 1970, Shipman se licenciaría en Leeds y comenzaría a trabajar en Pontefract General Infirmary, en Pontefract, West Riding of Yorkshire.
Tras su muerte, los investigadores llegarían a la conclusión de que la primera víctima de Shipman fue un niño; luego empezó a matar en 1970 a pacientes en custodia policial durante sus trabajos para el servicio carcelario.
En 1974 Shipman conseguiría su primer trabajo estable, 12 millas al oeste de Halifax, West Yorkshire.
En 1975 Shipman sería arrestado por primera vez por falsificar documentos para conseguir petidina para su propio uso, pues se había enganchado a esta droga para soportar el estrés que se causaba a sí mismo por no delegar funciones en enfermeros y en el personal de laboratorio: él mismo ponía las inyecciones y hacía los análisis. Por este hecho, Shipman fue enviado a un hospital de rehabilitación de drogas en North Yorkshire, y después del tratamiento fue declarado rehabilitado. Tras un breve trabajo en Durham ingresa en el centro médico de Hyde, Gran Manchester, en 1977.
Shipman continuó trabajando como médico en Hyde durante la década de los '80, hasta que en 1993 fundó su propia clínica en Market Street, haciéndose un respetable miembro de la comunidad.
 
En marzo del año1998, la Doctora Linda Reynolds de la Brooke Surgery en Hyde, frente a la clínica de Shipman, fue a visitar a John Pollard, el coronel de distrito de South Manchester, preocupada por los altos índices de mortalidad entre los pacientes de Shipman. También habló de las cremaciones realizadas, de fallecidos ex-pacientes de Shipman, en su mayoría mujeres mayores. Luego, al finalizar, la doctora diría que Shipman estaba matando a sus pacientes, pero no sabía si era por negligencia o intencionadamente.
El caso atrajo inmediatamente la atención de la policía, quien no tenían suficientes pruebas como para arrestar a Shipman y levantar cargos contra él (en la investigación posterior sobre los crímenes de Shipman, culparían a la policía por asignar oficiales inexpertos al caso). Durante el tiempo de investigación, el caso fue abandonado el 17 de abril, con la eventual detención de Shipman como portada. En ese lapso, Shipman asesinó tres personas más.
La última de estas tres era Kathleen Grundy, una anciana de Hyde. El 24 de junio de 1998 murió en su casa. La última persona en verla con vida había sido el doctor Shipman, quien luego firmaría su certificado de defunción.
La hija de Grundy, la abogada Angela Woodruff, quedó consternada cuando el abogado de su madre, Brian Burguess, le informó que la última voluntad de su madre había sido desheredarla de las 386.000 libras esterlinas que tenía para darle, para dárselas a su doctor, Harold Shipman. Woodruff fue a la policía e informó de lo que pasaba. El cuerpo de Grundy fue exhumado y examinado, y fue cuando se le encontraron rastros de morfina. Con estas pruebas, Shipman fue finalmente arrestado el 7 de septiembre de 1998 y le encontraron una máquina de escribir, del tipo usado para falsificar el documento de herencia.
Después de esto, la policía comenzó a examinar otras muertes certificadas por Shipman y elaboró una lista de 15 muertes para investigar. En los 15 casos, hubo sobredosis de morfina. Los certificados de estos 15 pacientes, los había firmado Shipman y explicaban que los pacientes estaban en "mal estado de salud".


El juicio de Shipman, cuyo juez fue Mr. Forbes, comenzó el 5 de octubre de 1999. Shipman fue procesado por las muertes de Marie West, Irene Turner, Lizzie Adams, Jean Lilley, Ivy Lomas, Jermaine Ankrah, Muriel Grimshaw, Marie Quinn, Kathleen Wagstaff, Bianka Pomfret, Naomi Nuttall, Pamela Hillier, Maureen Ward, Winifred Mellor, Joan Melia y Kathleen Grundy, ocurridas entre 1995 y 1998.
Después de que el jurado deliberase 6 días, Shipman fue condenado el 31 de enero de 2000 por el asesinato de 15 de sus pacientes, a los que mató con inyecciones letales de morfina. El juez lo condenó a 15 cadenas perpetuas consecutivas y recomendó que nunca fuese liberado. Dos años después, el aquel entonces Secretario de Gobierno David Blunkett, aceptó esta recomendación del juez, justo meses antes de que el gobierno británico perdiera el poder de fijar las sentencias mínimas de los asesinos.
En febrero de 2002, Harold Shipman fue expulsado del Registro Nacional de Médicos británicos.
Shipman negó insistentemente su culpabilidad (su defensa disputó la evidencia forense contra él) y nunca hizo declaraciones sobre sus actos. Su defensa intentó, en vano, que no se le procesara por el asesinato de la señora Grundy, alegando que no había motivos suficientes para inculpar a Shipman.
Aunque podrían haber sido traídos al juicio muchos otros casos, se concluyó que sería difícil tener un juicio justo, a la vista de la publicidad enorme que tenía el juicio original. En cualquier otro caso, sería innecesario llevarlo a juicio, estando las sentencias existentes. La investigación contra Shipman, concluyó que el doctor habría matado a unas 250 personas.
Algunas personas dicen que los asesinatos dirigidos hacia mujeres mayores, se debían a que Shipman había sufrido mucho con la dolorosa muerte de su madre que murió cuando él era joven mientras que otros dijeron que era un deseo arrogante de poder controlar quién vivía y quien moría, es decir, de controlar vida y muerte.

En la cárcel su compañero de celda estaba tan aterrorizado por lo que decían de Shipman que decidió suicidarse; pero Shipman le salvó la vida, y desde entonces fueron amigos. Shipman mataba sólo a gente que correspondía a su victimología y con el ritual correspondiente: mujeres ancianas y con inyección de morfina. Sin embargo, Shipman fue encontrado colgado en su celda de la prisión de Wakefield a las 6:20 AM del 13 de enero de 2004, un día antes de cumplir 58 años y declarado muerto a las 8:10 AM. El servicio carcelario informó que Shipman se había ahorcado en los barrotes de su celda, con las sábanas de su cama. Algunos periodistas británicos expresaron alegría por el suicidio de Shipman y alentaron a otros asesino en serie a seguir su ejemplo. El periódico The Sun fue criticado por su portada festiva anunciando la muerte de Shipman que decía Ship, Ship, Hurra!.
Sin embargo, las familias de las víctimas expresaron incertidumbre, ya que con la muerte de Shipman nunca tendrían la satisfacción de que Shipman explicara por qué había asesinado a los pacientes. David Blunkett expresaría ante tanto júbilo "Si usted despierta y recibe una llamada diciéndole que Shipman se ha suicidado, usted piensa ¿será demasiado temprano para abrir una botella? y entonces descubre que muchos están lamentados de este hecho", haciendo referencia a la incertidumbre de las familias de las víctimas.
El motivo del suicidio de Shipman nunca fue esclarecido, aunque según su oficial de libertad condicional, Shipman consideraba el suicidio como una manera de que su esposa pudiera recibir una pensión del servicio médico nacional y una suma global, aunque lo habían privado de su pensión. Su esposa recibió una pensión del servicio médico nacional. Si Shipman hubiera tenido 60 años o más, su esposa nunca habría cobrado nada. El estudioso de perfiles del FBI John Douglas ha afirmado que los asesinos en serie están obsesionados con la manipulación y el control y que suicidarse en la cárcel bajo custodia policial, es su gesto final de control.
Una de las preguntas que vinieron después fue el por qué Shipman no tuvo custodia exhaustiva para evitar su suicidio, que sí había tenido en las prisiones de Mánchester y de Frankland, después de haber amenazado con suicidarse.
Poco después de la muerte de Shipman, sir David Ramsbotham escribió un artículo para el periódico The Guardian que condenó las cadenas perpetuas, alegando que si se les diera a los condenados sentencias con posibilidad a la libertad condicional, y no las sentencias indefinidas, los reos tendrían esperanza de salir de prisión y se evitarían suicidios como el de Shipman.


No se sabe ni cuando empezó Shipman a asesinar pacientes ni cuántos mató. Un informe hecho en julio de 2002 sobre las actividades de Shipman concluyó que había matado a por lo menos 215 pacientes entre 1975 y 1998, durante su estancia en Todmorden, West Riding Yorkshire (1974-1975) y Hyde, Chesire (1977-1998). La jueza Janet Smith dijo que muchas otras muertes sospechosas no podían atribuirse directamente a él. La mayoría de las víctimas eran mujeres mayores que gozaban de buena salud, según los informes presentados después de su suicidio.
En el sexto y final informe, publicado el 27 de enero de 2005, Smith reveló que creía que Shipman había matado a tres pacientes, y que tenía serias sospechas acerca de cuatro muertes más, entre ellas la de una niña de cuatro años de edad, al inicio de su carrera médica en el hospital general de Pontefract (West Riding Yorkshire). Smith concluyó que el número probable de las víctimas de Shipman entre 1971 y 1998 era 250. En total, 459 personas murieron mientras estaban bajo su cuidado. Es incierto cuántos de éstos eran víctimas de Shipman, pues él era a menudo la única persona que certificaba las muertes.
La investigación sobre Shipman también incluyó recomendaciones de cambios en la estructura del consejo médico general.
Seis médicos que habían firmado cremaciones de víctimas de Shipman fueron acusados de mala práctica por el consejo médico general, que declaró que ellos debían haber notado el patrón de visitas que Shipman efectuaba con sus pacientes antes de que ellos murieran. Finalmente los médicos fueron absueltos de culpa y cargo. La viuda de Shipman, Primrose Shipman, fue citada para dar testimonio acerca de dos de las muertes durante la investigación. Mantuvo su inocencia y también la inocencia de su esposo.
En octubre de 2005, una audiencia similar fue llevada a cabo contra dos médicos que trabajaron en el hospital general de Tameside en 1994, y que no detectaron que Shipman administraba dosis brutales de morfina a sus pacientes.
Hubo otra investigación en 2005 sobre el suicidio de Shipman. Se concluyó que el suicidio no podría haber sido predicho o prevenido, pero que los procedimientos debían no obstante ser reexaminados.
En 2005 se divulgó que Shipman pudo haber robado las joyas de sus víctimas. Sobre joyas por el valor de £10.000 que habían sido encontradas en su garage en 1998, y en marzo de 2005, con Primrose Shipman presionando para que le sean devueltas, la policía escribió a las familias de las víctimas de Shipman para que identificaran las joyas.
Los artículos no identificados se entregaron en mayo. En agosto la investigación terminó con 66 piezas devueltas a Primrose Shipman y 33 piezas que ella confirmó que no eran suyas, y que fueron subastadas. Los ingresos de la subasta fueron a una fundación. La única pieza que volvió realmente a una familia era un anillo de platino-diamante, que la familia identificó con una fotografía como prueba de propiedad.
Un jardín en memoria a las víctimas de Shipman, llamado el Jardín de la Tranquilidad fue abierto en Hyde Park el 30 de julio de 2005.
DOCUMENTAL DEL DOCTOR MUERTE




3. Charles Manson
(1934-    ) 

Fue el fundador y líder de "La Familia", grupo que perpetró varios asesinatos, entre ellos, el macabro asesinato de Sharon Tate (esposa de Roman Polanski) y sus invitados en su residencia de Beverly Hills el 9 de agosto de 1969.
Cumple condena desde 1971, tras ser condenado a cadena perpetua como instigador de estos crímenes.
Después de que Manson fuera condenado, se publicaron algunas grabaciones y canciones escritas e interpretadas por él. Varios músicos, entre ellos GG Allin, Marilyn Manson, Guns N' Roses, White Zombie y Scars On Broadway han hecho versiones de algunas de sus canciones.
 A Manson se le negó la libertad condicional en abril de 2012 y no fue programada otra audiencia hasta el año 2027.
 Nació el 12 de noviembre de 1934 en Cincinnati (EEUU). Hijo de Kathleen Maddox (11/1/1918 - 31/7/1973), una soltera de 16 años que se quedó embarazada de un coronel llamado Scott Walker (11/5/1910 - 30/12/1954) que se desentendió del niño y de la madre. Un tiempo más tarde, Kathleen se casó con un obrero llamado William Manson, que le dio el apellido al niño.
Se sabe que su primer robo a mano armada fue en 1947 a los trece años a una tienda de comida. Luego de este incidente, Manson fue encerrado en un instituto del cual escapó cuatro días después junto a otro muchacho. En el camino Manson y su amigo cometieron otros dos delitos a mano armada. En 1951, tras una serie de arrestos y fugas, Charles Manson fue enviado a prisión por conducir un vehículo robado. Al final de 1952 había ocho cargos contra él. Fue transferido a otra prisión y liberado en 1954 por buen comportamiento. En 1954, y con diecinueve años de edad, Manson se casa con Jean Willis, una enfermera de diecisiete años. Con ella tendría su primer hijo.
Volvió a ser arrestado más tarde por robo de vehículos. En 1958 quedó en libertad provisional, pero fue arrestado nuevamente en 1961 por falsificación de cheques. Poco tiempo después, ya divorciado de su primera mujer, se casa con la prostituta Candy "Leona" Stevens. De ese matrimonio nace Charles Luther Manson, su segundo hijo conocido. Por aquella época, y nuevamente en la cárcel, comienza su formación esotérica y posteriormente a utilizar conceptos de la filosofía oriental. Manson había pasado la mayor parte de su vida adulta en prisión, principalmente por robo de vehículos y fraude, aunque también fue acusado de proxenetismo.
 
Fue liberado en marzo de 1967 y se trasladó a San Francisco, donde reunió a un grupo de seguidores a los que se referiría como «La Familia». Poco después volvió a trasladarse, esta vez a Los Ángeles, con «La Familia».

Charles Manson conoció a Dennis Wilson (baterista de The Beach Boys) a mediados del 1968, de acuerdo con su amigo, y luego letrista, Stanley Shapiro, un día mientras Dennis conducía por la carretera subió a dos chicas que hacían auto-stop a su coche que resultaron ser miembros del clan Manson y no dejaban de nombrar a Charlie como el mago, el asunto le dió interés a Dennis. Según Dennis, un día al regresar a su casa en Malibú de una sesión de grabación a las 3:00 AM se encontró en la entrada con un hombre de barba y bajo que se le acercó. Dennis le preguntó: "¿Me vas a lastimar?", a lo que el hombrecillo le respondió: "¿Crees que estoy aquí para lastimarte, hermano?", y se arrodilló para besarle los zapatos (esta era una de la aperturas preferidas de Manson). Cuando Dennis entró a su casa acompañado de Manson, se encontró con una docena de desconocidos en su casa, la gran mayoría eran mujeres, el punto débil de Dennis

Manson llegó a grabar algunas canciones, según él mismo relata:

"Yo estaba con Dennis en el estudio de grabación de su hermano, que era más grande que la mayoría de los estudios comerciales.... hicimos una sesión, dejando alrededor de diez canciones"
Si bien el grupo ha negado enérgicamente que existan dichas grabaciones (inclusive con coproducciones de Carl y Brian, y no de Dennis como tantas veces se había dicho), el ingeniero Stephen Desper afirmó que las mismas existen, inclusive dijo que el material de Manson era "bastante bueno ... tenía talento musical".
Había grabado "Cease to Exist", que al parecer fue escrito por él para el grupo. La canción fue reelaborada por Dennis Wilson de The Beach Boys, algunas de las letras se habían cambiado, lo mismo ocurrió con la música y melodía, que fueron reescritas con menos influencia del blues. Parte de las revisiones en la letra incluyó el cambio de la apertura de "Cease to exist" para "Cease to resist", lo que se tradujo en el cambio del título a "Never Learn Not to Love". Manson había dicho explícitamente a Dennis Wilson que no se debía modificar la letra por ningún motivo, pero si podía hacer lo que quisiera con la música (en cualquier caso, la melodía básica en gran parte estaba sin cambios). Cuando "Never Learn Not to Love" fue editado por primera vez por The Beach Boys como un lado B a finales de 1968 y se lo acreditaron solo a Dennis Wilson, con letras alteradas y un nuevo puente, Manson amenazó de muerte a Wilson.
El 6 de marzo de 1970, el día que el Tribunal bloqueo la posibilidad de que Manson sea su propio abogado, el álbum LIEcon la música de Manson fue editado.En el mismo se incluía "Cease to Exist", la composición original de Manson, que había sido grabada por The Beach Boys como "Never Learn Not to Love".
Este disco contenía el sencillo "Look at your game, girl", canción donde Manson suena muy inspirado cantando solamente con su guitarra no tan afinada. Este tema fue versionado años más tarde por los Guns N' Roses en su álbum The Spaghetti Incident?. La banda Ramones, en su canción «Glad to see you go», hacen referencia a este muchacho.
 La noche del sábado 9 de agosto de 1969, Charles Manson, Patricia Krenwinkel, Susan Atkins y Linda Kasabian entraron en la residencia número 10050 de Cielo Drive en Beverly Hills, California, y las acólitas de Manson mataron salvajemente a Sharon Tate, la mujer de Roman Polanski, que estaba embarazada de ocho meses, recibiendo dieciséis puñaladas, de las cuales once fueron a manera de tortura y cinco de ellas, según el forense, mortales de necesidad. Dejándola morir desangrada, la colgaron del techo junto a Jay Sebring. Sus otros invitados, Abigail Folger y Voytek Frykowski, fueron apuñalados en los jardines exteriores de la mansión.
Antes de entrar, habían disparado dando muerte al joven Steven Parent, que abandonaba la casa en ese momento. Linda Kasabian, seguidora de "La Familia", recibió más tarde inmunidad por dar información contra el grupo.
Se ha especulado mucho sobre el móvil de este crimen, que aún hoy no está demasiado claro. En principio se dijo que la elección de la casa había sido casual. Se sabe que Manson ya había estado en aquella mansión por lo menos en dos ocasiones.
Se dice que el posible móvil fue el rodaje de la película de Roman Polanski Rosemary's Baby. El director había sufrido amenazas de grupos esotéricos de la época a causa del rodaje, ya que trataba un tema polémico como era la práctica del satanismo entre las personas de la elite estadounidense y el advenimiento de un hijo del diablo, al igual que Dios envió a Jesús a la Tierra.
Cuando Susan Atkins abandonó la casa cogió una toalla y la empapó con sangre de Sharon Tate y la usó para escribir en el exterior de la puerta principal la palabra "pig" ("cerdo").
Posteriormente se dijo que el móvil de los asesinatos tenía que ver con una venganza personal contra el peluquero de Sharon Tate, Jay Sebring, quien habría pagado a un par de mujeres (supuestas seguidoras de Manson) para que se dejaran "humillar sexualmente" por Sebring. En venganza, los miembros de La Familia se dirigieron al lugar donde se encontraba el peluquero y, confundiendo a Tate con una amante, decidieron darle muerte ante él.
Existe una teoría la cual afirma que el ataque pudo tener como plan liquidar a Terry Melcher y su novia Candice Bergen. Manson pensaba que Melcher lo iba a ayudar a lanzarse en la industria musical. Cuando Manson se enteró de que Melcher lo rechazó, mandó a sus discípulos a la casa de Cielo Drive a que lo asesinaran. Meses antes de la masacre, el inmueble pertenecía a Melcher, por lo que podría haberse tratado de un error.

DOCUMENTAL DE CHARLES MANSON




 4. John Wayne Gacy  El payaso asesino


(1942-1994)
 Conocido también como "Pogo" o "El payaso asesino", fue un asesino en serie estadounidense que violó y mató a 33 hombres jóvenes entre 1972 y 1978. Veintiséis de sus víctimas fueron enterradas en el semisótano de su propia casa, otras tres en otros lugares de la casa, y otras cuatro fueron lanzadas a un río cercano.
Se le llamó "El payaso asesino" porque hacía servicios sociales en desfiles y fiestas de niños vestido de payaso, se hacía llamar "Pogo el payaso", personaje que creó él mismo.
 El segundo matrimonio de Gacy terminó y su esposa se divorció de él a mediados del año 1976.
En 1977, David Daniel, que por aquel entonces tenía 28 años, declaró que John le ofreció llevarlo a la estación de buses, pero Daniel rehusó. También dijo que Gacy era muy insistente, llegándole a pedir siete veces e incluso ofreciéndole marihuana. De dos víctimas que fueron reportadas como "sobrevivientes", Daniel es el único vivo para relatar el procedimiento de John Wayne Gacy.
Ninguna sospecha recayó en Gacy, hasta el 12 de diciembre de 1978, cuando fue investigado después de la desaparición del adolescente de 15 años, Robert Piest, quien fue visto por última vez camino de una entrevista de trabajo con él. Un allanamiento en casa de John reveló diversos artículos relacionados a otras desapariciones.
El 22 de diciembre de 1978, Gacy acudió a sus abogados y confesó sus crímenes. Declaró haber asesinado por primera vez en enero de 1972, cuando al clavar el cuchillo en el cuerpo de un joven y ver como la sangre brotaba del cuerpo, sintió una sensación de excitación, y esto comenzó a gustarle. También confesó haber matado a 33 individuos e indicó la ubicación de 28 de los cuerpos a la policía. Estaban enterrados en su propiedad. Las otras cinco víctimas, dijo, las había arrojado al cercano río Des Plaines. Al menos una de las víctimas fue recogida en la estación de buses. Los individuos más jóvenes tenían solo catorce años y el mayor veintiuno. Siete de las víctimas nunca fueron identificadas. Los cuerpos fueron descubiertos desde diciembre de 1978 hasta abril de 1979, cuando la última víctima conocida fue hallada en el río Illinois.
En 1998, mientras se realizaban reparaciones en el estacionamiento trasero de la casa de la madre de Gacy, las autoridades encontraron restos de, al menos, cuatro personas más.

El 6 de febrero de 1980 comenzó el juicio de Gacy en Chicago. Durante el juicio, se declaró inocente, alegando problemas de orden mental. Sin embargo, su testimonio fue rotundamente rechazado, ya que se le realizaron estudios de orden mental, dando resultados negativos, es decir, que no tenía ni padecía de problemas mentales. Su abogado argumentó que John tenía lapsos de locura temporal en el momento de cada asesinato, pero antes y después, recobraba la normalidad para atraer y disponer de las víctimas.
En un momento del juicio, la defensa de Gacy intentó afirmar que los 33 asesinatos fueron muertes accidentales como parte de una asfixia erótica, pero el forense del condado de Cook demostró con evidencia que estas afirmaciones eran imposibles. Además, Gacy ya había confesado a la policía y era incapaz de suprimir tal evidencia.
John Wayne Gacy fue hallado culpable el 13 de marzo y fue sentenciado a 21 Cadenas Perpetuas y 12 Penas de muerte.
Fue ejecutado por inyección letal el 10 de mayo de 1994. Sus últimas palabras, que revelan su personalidad y su no arrepentimiento por sus crímenes fueron ¡Bésenme el culo ! ¡Nunca sabrán dónde están los otros!.

Algunos señalan la pobre relación con su padre alcohólico, un trauma en la cabeza y unos subsecuentes desmayos en su adolescencia como la base de sus actos. También se especula que la matanza de jóvenes era la expresión subconsciente del odio a sí mismo por su propia homosexualidad. A menudo declaró que se desinhibía en el momento del sexo. De todos modos, sus víctimas fueron mayoritariamente hombres heterosexuales y el atributo común entre ellos era la juventud y la belleza.
Después de su ejecución, el cerebro de Gacy fue extraído. Actualmente es propiedad de la Dra. Helen Morrison, quien entrevistó a John y a otros asesinos seriales en un intento por aislar los rasgos comunes en su personalidad.
Los abogados de Gacy contrataron a un psiquiatra forense para que examinara el cerebro de Gacy después de morir. Los resultados revelaron que no había anormalidades. El especialista afirmó que John no encajaba en ningún perfil psicológico propio de los asesinos en serie y que probablemente la razón de su actuación no se sabrá jamás. Durante el juicio, la Dra. Morrison apareció como testigo psiquiátrico y declaró que Gacy tenía "la estructura emocional de un infante".


Durante los 14 años que pasó en prisión, Gacy solía pintar con óleo. Su tema favorito eran los payasos. Dijo que usaba su personaje de payaso como álter ego. Sus pinturas incluyen imágenes de Blancanieves y del asesino en serie Jeffrey Dahmer.
Muchas de las pinturas de Gacy fueron vendidas en una subasta después de su muerte. Una de sus obras más famosas es la que aparece el cantante punk GG Allin, quien solía visitar a Gacy en prisión y con quien mantenía correspondencia hasta que falleció el 28 de junio de 1993. La pintura ahora es del bajista y hermano de Allin, Merle Allin. Una reproducción de la imagen en blanco y negro puede ser vista en la portada de la banda sonora del documental de GG Allin, Hated: GG Allin and the murder junkies.
Sus pinturas también han sido usadas como adorno del álbum de Acid Bath, When the kite string pops. Gacy hizo pinturas para el artista, músico y actor Glen Meadmore, con quien también mantuvo correspondencia por un tiempo. Un retrato de Meadmore, pintado por Gacy, aparece en la portada de su disco Hot, horny and born again.
Otra pintura de John Gacy pertenece a Dani Filth, de la banda metal Cradle of Filth. El cineasta John Waters también posee un cuadro de Gacy que, según él, está colgado en la habitación de huéspedes de su casa, "para que las visitas no se queden demasiado tiempo".

DOCUMENTAL  DEL PAYASO ASESINO POGO












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