LOS ESPEJOS OTRA DIMESION
El poder de los
espejos para revelar lo que está oculto se ha conocido desde la antigüedad. Los
espejos se han utilizado en las más antiguas formas de adivinación siendo un
método practicado por los antiguos egipcios, los árabes, los magos de Persia,
griegos y romanos. Los primeros adivinos árabes utilizaron sus propias
miniaturas pulidas de cristal. En la antigua Grecia, las brujas de Tesalia
escribían sus oráculos con sangre humana en los espejos. A lo largo de la
historia el espejo ha sido utilizado para observar el futuro, responder
preguntas, resolver problemas, encontrar objetos perdidos y personas, e identificar
o encontrar a ladrones y delincuentes. Una de las herramientas más utilizadas
por los adivinos era el espejo (en latín, speculum), pudiendo ser cualquier
objeto con una superficie reflectante. Fijaban la vista en la superficie
reflectante hasta que entraban en trance y veían visiones. El espejo más
antiguo y más común es el agua. También la tinta, la sangre y otros líquidos
oscuros fueron utilizados por los adivinos egipcios. Ya en la época Medieval
los adeptos a las ciencias ocultas usaron los espejos, cuencos de agua, piedras
pulidas y cristales. Nostradamus utilizaba un cuenco de agua sobre un trípode
de bronce. El interior de la taza estaba pintado de negro. Con una varita,
tocaba el agua para luego mirar la taza hasta tener las visiones. John Dee, el
mago de la reina Isabel I de Inglaterra, utilizaba un huevo de cristal y un
espejo de obsidiana negra, que en la actualidad su espejo se exhibe en el Museo
Británico de Londres.
Desde que el
hombre observó por primera vez su propio reflejo hemos estado fascinados por
las superficies que proyectan nuestra propia imagen. Posiblemente a causa de
esta fascinación hay una variedad de supersticiones, mitos y leyendas que
rodean los espejos. Los espejos son una de las herramientas más simples y
eficaces para el desarrollo de las habilidades psíquicas, la magia y la
adivinación.
En algunas
culturas antiguas creen que los espejos reflejan la “sombra del alma” pudiendo
mostrar la verdadera naturaleza de la persona que está siendo reflejada. Esto
contribuyó a las leyendas sobre los vampiros y los demonios que no se
reflejaban en los cristales ya que no tenían alma que reflejar. La ausencia del
reflejo revela su verdadera naturaleza. En la religión judía es importante
cubrir todos los espejos en una casa donde alguien ha muerto mientras que la
familia realiza el Shiv’ah (el período de luto de siete días). Se dice que si
los espejos no están cubiertos el espíritu del difunto puede quedar atrapado en
alguno de los espejos siendo incapaz de pasar a la otra vida. En otras culturas
van más allá, afirmando que los espejos deben ser cubiertos por la noche
mientras la gente duerme en la casa, para asegurarse de que el alma del soñador
no quede atrapada en uno de ellos. En la cultura serbocroata, en ocasiones un
espejo es enterrado con el muerto, para evitar que el espíritu deambule y
protegerlo de los malos espíritus.
El poder de los
espejos para revelar lo que está oculto se ha conocido desde la antigüedad. Los
espejos se han utilizado en las más antiguas formas de adivinación siendo un
método practicado por los antiguos egipcios, los árabes, los magos de Persia,
griegos y romanos. Los primeros adivinos árabes utilizaron sus propias
miniaturas pulidas de cristal. En la antigua Grecia, las brujas de Tesalia
escribían sus oráculos con sangre humana en los espejos. A lo largo de la
historia el espejo ha sido utilizado para observar el futuro, responder
preguntas, resolver problemas, encontrar objetos perdidos y personas, e
identificar o encontrar a ladrones y delincuentes. Una de las herramientas más
utilizadas por los adivinos era el espejo (en latín, speculum), pudiendo ser
cualquier objeto con una superficie reflectante. Fijaban la vista en la superficie
reflectante hasta que entraban en trance y veían visiones. El espejo más
antiguo y más común es el agua. También la tinta, la sangre y otros líquidos
oscuros fueron utilizados por los adivinos egipcios. Ya en la época Medieval
los adeptos a las ciencias ocultas usaron los espejos, cuencos de agua, piedras
pulidas y cristales. Nostradamus utilizaba un cuenco de agua sobre un trípode
de bronce. El interior de la taza estaba pintado de negro. Con una varita,
tocaba el agua para luego mirar la taza hasta tener las visiones. John Dee, el
mago de la reina Isabel I de Inglaterra, utilizaba un huevo de cristal y un
espejo de obsidiana negra, que en la actualidad su espejo se exhibe en el Museo
Británico de Londres.
Los espejos son
considerados como portales. En su nivel más básico, se dice que son la entrada
y salida de energía espiritual y un portal hacia otras dimensiones. Algunos
parapsicólogos afirman este hecho, debido a que se han podido capturar
fotografías y estas aparecieron como una especie de remolino energético o de
forma alargada. Los portales se cree que son como agujeros, aperturas,
“ventanas” de campos de energía que rodean a los reinos espirituales y
dimensionales. Los seres como los espíritus pueden deslizarse a través de las
aberturas en el plano físico, pero los espíritus más negativos también acceden
a través de estos portales. Se cree que esto sucede porque la capa astral más
cercana al plano físico está lleno de bajos astrales. La mayoría de los
portales son de dos vías, tanto para entrar como para salir del nivel físico.
Algunos parapsicólogos mantienen que hay niveles anómalos de actividad
paranormal cerca de ciertos espejos.
DOCUMENTAL DE LOS ESPEJOS